La construcción del conocimiento enriquecida por las nuevas tecnologías

Criterios para la inclusión de las nuevas tecnologías:

Mariana Maggio (2012) propone para una enseñanza poderosa la inclusión de las NTICs  partiendo de que en las prácticas de enseñanza  se reconozca la construcción del conocimiento: “Los nuevos entornos tecnológicos tienen un enorme aporte para hacer si los ubicamos como los portadores de ese conocimiento en cuestión”.

Como primer criterio propone la realización de propuestas que involucren problemas reales, en lo posible comunitarios que pongan en juego, no solo el abordaje de diferentes áreas de conocimiento, sino también la participación de diferentes actores sociales y la participación ciudadana de los alumnos en pos de mejorar  o solucionar un problema social en este sentido y, al decir de Maggio, “hay construcción de conocimiento que es construcción de ciudadanía”. En ese sentido dice Maggio que “las herramientas a disposición se usan para agregar valor, rigurosidad y solidez al proyecto y a aquello a lo que da lugar” (Pág. 66)

No obstante la autora dice que es necesario desarrollar encuadres y estrategias adecuadas para llevar a cabo el uso de entornos tecnológicos en el aula teniendo en cuenta las oportunidades que las NTICs aportan.  Los escenarios se vuelven más ricos y productivos, los procesos cognitivos se pueden complejizar  y potenciar  si se tiene en cuenta que el conocimiento científico se caracteriza por ser “provisorio e incompleto” y en este sentido, la importancia en el uso de herramientas como procesadores de texto o el posteo en blogs,  donde las versiones de la escritura se pueden ir mejorando o enriqueciendo con otros aportes, “cada versión tiene un valor que la distingue desde una perspectiva pedagógica”. Además, el registro o evidencia que queda a través del uso de las herramientas tecnológicas es algo que  permite volver a revisar, analizar con la posibilidad de mejorarlo, cambiarlo, enriquecerlo y someterlo al juicio de otros.

Siempre se debe avanzar hacia modalidades de trabajo en el que la tecnología favorezca la escritura experta y aprovechar las posibilidades que ofrecen los nuevos entornos para que un texto preliminar se vaya transformando en un texto coherente, sólido y rico. Asimismo, cada intervención realizada por el docente debe recuperar el hilo de lo anterior y complejizar la actividad, dar indicaciones que permitan ampliar la mirada pero también retornar al tópico.

Otro criterio importante es tener presente la necesidad de elaborar, valga la redundancia, criterios adecuados de búsqueda de información en la web que permitan establecer la confiabilidad y validez de lo que se encuentra,  para esto Maggio plantea que generalmente los alumnos no disciernen sobre la calidad de la información por el hecho de que, como docente no lo explicitamos en la consignas y por lo tanto lo que el alumno encuentra  es copiado sin analizar de dónde proviene la información y mucho menos a la postura de quien lo escribió.

Lo antes expuesto plantea la necesidad de enseñar a los alumnos la necesidad de reconocer “la voz” de quien habla en un texto “no hay tal voz sin toma de posición” por lo tanto no hay neutralidad en lo que se dice y lo que se escribe. Si bien este trabajo es algo complejo en textos escritos y, en la web se vuelve más difícil de identificar aun “Quién escribe” y “Quién habla”, la autora propone el trabajo colaborativo en la web  “Aprendemos en colaboración, con la ayuda del otro y de otros, con sus miradas sus aportes y sus puntos de vista”.

¿Estás ahí? Un compañero, sea alumno, sea colega o sea un grupo de trabajo institucional  que está ahí es una ayuda que potencia a la hora de la dificultad, yendo a la especificidad del aula el trabajo colaborativo implica un cambio, nuevamente, de las consignas de trabajo porque  se trata de que al “estar ahí” como docente se sume a los alumnos a estar ahí para debatir, sugerir, intercambiar ideas respecto de la tarea dada, “… la ratificación del estar con sentido, que implica estar para relacionarnos, para ayudar, para aprender y enseñar, para reflexionar juntos, para confirmar que sí estamos y reencontrarnos”. (Pág. 84)

Cabe aclarar, por lo antes dicho, que si bien los entornos tecnológicos como blogs, foros y otros servicios de redes sociales  crean un espacio de diálogo y de ayuda, no se debe caer en el error de hacer todo debatible, no puede ser el “leitmotiv” de toda propuesta y por otro lado el uso  de estas herramientas  no garantizan automáticamente la participación de los estudiantes.

En cuanto al uso de entornos tecnológicos para convocar a especialistas en el tema a trabajar la autora si bien dice que se trata de propuestas  valiosas por el hecho de que no siempre es posible la presencia de personas destacadas en el tema, traer la voz al aula y su aporte  debe estar acotada a momentos específicos del proyecto ya sea  a la definición de un problema, a una recomendación u orientación o responder preguntas.

En nuestra escuela, que está en la zona rural, contamos con netbooks  desde ya hace varios años pero el uso que se les ha dado es muy pobre: búsqueda de información en la web. La falta de capacitaciones en el uso de herramientas tecnológicas, los prejuicios en cuanto a las NTICs  en el aula y el miedo a equivocarnos en su uso, acostumbrados a las clases tradicionales  hizo que las desaprovecháramos como recurso y como contenido de enseñanza.

 Por último, y a modo de síntesis recupero las palabras de la autora en cuanto a la necesidad de propuestas que se complejisen gradualmente a partir de actividades que involucren los entornos tecnológicos, “La complejidad configura posibilidades para acercarnos a la enseñanza poderosa   a través del discernimiento, la construcción de criterios de análisis, la revisión y la reconstrucción  y la participación en construcciones colectivas que van más allá de la tarea escolar”.